jueves, 10 de noviembre de 2011

COMENTARIO ATRASADO

"Amigo mío, péguese una revisadita en la cabeza con algún psiquiatra. Denota en sus comentarios, más allá de falta de información o lo que sea, una paranoia impresionante respecto al fin de los tiempos, con aquellos signos de exclamación amarillistas y fatalistas como quien está a punto de reventar. El fin de los tiempos, y no del mundo, lo será sólo cuando Dios así lo disponga, y ni la Nasa, ni los profetas (que salen a borbotones apenas levantas una piedra) pueden estimar fechas exactas. Es decir, tienes dos opciones, o le crees a los Mayas, o le crees a Dios. Es tu opción. Pero con gente alarmista como tú -que ya se ha repletado en el mundo cybernético- hacen que a las personas se les tratoque la cabeza y pierdan la cordura. Finalmente, no creo que estarías tan emocionado si realmente supieses que en dos minutos más revienta un meteorito en la Tierra, sea cual sea su denominación. A mi parecer, aquellos locos que hablan del fin del mundo, son esos que no tienen esperanza de ningún tipo en el avida, y como no tienen esperanza de nada, intentan lavarle el cráneo a todo el mundo para joderles el día y pensar en la muerte, más que otras cosas y en lo hermoso que es la vida. Si todo esto se acaba, simplemente se acabará, y no estarás ni tú ni yo para contarlo, es así de simple, y ni tus palabras atemorizantes ni la de todos esos rayados sensacionalistas van a hacer nada para evitarlo. Lea la Biblia tranquilito, y tómese un relajante muscular. Es lo único que le puedo decir."

Patrick Mocer.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Atardecer bajo la luna

"Estando atado de manos bajo
la luminosidad
de todas aquellas estrellas ebrias
que recorren los cielos,
recuerdo el silencio que alberga
mi retina a ratos...
detrás de las ventanas sucias
del pasado y sentado observando el
cielo de noche, me quedo tendido,
como aturdido así moviendo
mis piernas intentando avanzar.
Hoy pude degustar por única vez
de mis lágrimas añejas, su sabor
agrietado y queriendo todas ellas
ser dulce -a veces-,
pero inimaginablemente es su amargura
que nunca cambia
y pende como tripa seca,
girando y retorciéndose al paso
de los segundos...
y no es como el vino
como quisiera que sea cuando
estoy triste,
ni perfumadas siquiera como
flores de desamor ,
sino que su sabor sigue siendo
más amargo que un pozo
negro de sonrisas podridas,
como miradas perdidas de atrofia
en el alma, como aquel
escozor de
honestidad que nace de tu rostro,
víscera... vejete palpitante de absurdas
ideas, diversificadas todas así
como gusanos meneando la cola e
intentando escabullirse
del miedo, de la locura... del ser inerte
como tus primeros bosquejos
de nombre al conocerte...
Pude entonces comprender -al fin-
que de todo mi alrededor al menos uno
pulula como gusano inerte intentando
atrapar algo de oxígeno que no le pertenece,
escondiendo fétidos
sonidos tras puertas cerradas,
así como le gusta,
así como se arrastra con
su lengua lamiendo mentiras,
recogiendo alegrías falsas,
tan diminutas como su mediocridad.
Y así estoy postrado aunque camine
durante toda la noche y todos los días
que me quedan,
pues siempre están atadas
mis manos bajo el atardecer
de la luna muerta, burlándose
ésta como puta en un farol de verano,
tratando de borrar su silueta
y escondiéndose cuando el sol
se la coge.
Y así estoy bajo los cielos
comíendome los labios,
y su sangre ya es néctar
cotidiano que gotea
sobre mi pecho infartado,
insensible como botella
de semen que nunca quiso
ser hombre,
así nada más como el viento
que pasa sin hambre,
así nada más como las piedras
que rodean tu cabeza sin nada más
que decir,
así nada más...
y siempre con las manos
atadas bajo la luna,
cuando atardece, tan puta ella...
y tan feliz a la vez."

viernes, 27 de noviembre de 2009

El fin del mundo


Hace unos días atrás, viendo la TV por cable, me encontré como todos los días cuando se me hace imposible conciliar el sueño, con el programa televisivo "Así Somos" de La Red. La verdad, es que me entretiene oír todas las imbecilidades que en ella se dicen, a diferencia de lo que las mujeres opinan, que por cierto, siempre son más acertadas que las de los hombres (o varones, debiera ser más específico). Cierto día -no hace mucho- aparece el personaje llamado Salfate (no sé si es su nombre original o es su apodo), refiriéndose a su tema del día, que tenía que ver con lo de la Isla Friendship donde habitan fantasmas, espíritus e inclusive extraterrestres comiendo milcaos y cosas por el estilo.



El caso es que, poco impresionaba en lo personal el panelista en cuestión en cuanto a su manera de enfrentarse a lo que iba a exponer, pues como muchos habrán percibido en él, se trata de ese típico tipo buena onda que le gusta impresionar a la gente con cosas extrañas, hasta el extremo de hacerles llorar con sus películas y boludeces para quedar en la retina de quienes le rodean. Inclusive impresiona con anuncios, que si bien es cierto aparentan ser de poca monta, no dejan de asustar a la gente. Más aún con las predicciones que actualmente nos invaden. Por ejemplo, que el 21 de diciembre del año 2012 nos vamos todos cortados; que se acerca el llamado planeta rojo a velocidad espeluznante a destrozarnos los cojones (Hercúlubus); que el cambio climático en conjunto con el Sol (pues la luna también ejerce su atracción -no sexual- sobre la tierra, específicmanete en el mar), o nos deja sin verano de aquí en más o simplemente nos cocina como barbacoa. En fin, todo aquello sin contar con las historiestas de Nostradamus que cada vez que se lo menciona en algún diario o revista ocasiona algún tipo de revuelo. A propósito de aquello, y lo comento ya que no tengo a mi madre cerca para que me de una pateadura (nunca lo hizo a propósito ¿o sí?... bueno no lo recuerdo), acercándose la fecha de fin de año de 1999, se dispuso a acumular agua, no recuerdo exactamente si eran bidones relativamente grandes o en botellas plásticas. Claro, si días antes en un diario local se hablaba del fin del mundo para el año 2000. También recuerdo esas noticias apocalípticas por cuanto ni los computadores, ni los televisores funcionarían puesto que su sistema no estaba programado para el cambio de fecha. Es increíble cómo puede generar la mente tanta pelotudez.



Pues bien, prosiguiendo con lo del programa televisivo, este personaje habló de un libro llamado "Pergamino de Cristal" que le fue entregado nadie sabe cómo ni por quién, dejando en todo caso a la imaginación de los televidentes que probablemente le había sido obsequidado por "Mi amigo Mac" o "E.T. ". Hizo alusión a eventos importantísimos que ocurrirán los días 9 de septiembre del 2010 y 14 de noviembre del 2011 que cambiarán por completo a la humanidad. Esas fechas le fueron confiadas muy secretamente por alguien que no quizo identificar, excusándose de que no podía decir nada más pues podría producir pánico. Entonces, hizo alusión a un par de frases del libro que mencioné más arriba, de las que ninguno de los panelista -me incluyo-, no entendió absolutamente nada, y ese afán sensasionalista y amarillista del pelado no hacía más que dejarnos cada vez metidos (para eso le pagan al farsante) y hasta los pelos de abajo encrespados. No duró mucho su exposición, para rematar diciendo que quien quisiese el libro maravilla debía comunicarse con un tal Álex Leiva mediante el correo electrónico om@chile.com, y que según quienes le habrían encomendado iluminar a los rotos que lo siguen, de acuerdo a quien le envíe un correo -a ese tal Álex- se haría, por decirlo de alguna forma, ganador de tamaño trofeo mágico. Obviamente que tiendo a pensar que quien obtendría ese libro sería algún "elegido" que sobresale del rebaño. Ahora ¿cómo esa o esas personas sabrían quien tiene una aureola en la cabeza tan sólo con enviar un estúpido correo electrónico? No sé. Francamente no sé.



Pues bien, al día siguiente recordé el correo electrónico (no era tan difícil) para saber de qué se trataba todo este asunto (si igual estaba cagado de miedo, no creas) y envié un mensaje, hablando -entre otras cosas- de los sucesos extraños que nos están ocurriendo hoy en día a nivel social y otras patrañas que ni yo mismo creía. Mi sorpresa fue enorme cuando puse "enviar", pues no alcanza a pasar un segundo cuando ya tenía la respuesta de mi mensaje. Y como ando de buen ánimo lo publico a continuación para ustedes:



"deAlex Leiva <om@chile.com>parapatrickmocer@gmail.com
fecha26 de noviembre de 2009 08:50asuntoRe: (sin asunto)enviado porchile.com
ocultar detalles 26 nov (1 día antes)
lo unico que te puedo decir puerto natales no es buena ciudad para vivir el verdadero camino a la salvacion es la que tu creas

alex leiva14/86/04362"



Evidentemente que el corazón me retumbaba en la cabeza y se me vino a la mente una cuestión bastante estúpida, pues pensé en aquel momento que antes que yo envíe el mensaje, este ser del otro mundo había hecho contacto con mi cerebro para tener la respuesta en un dos por tres. ¡Qué estúpido! Pero me lo tomo para la risa y lo guardo bajo las alas del anecdotario de mi vida personal. Evidentemente que se trataba -me demoré un par de segundos en espabilarme, tan pelotudo no soy- de una respuesta automática.


Para concluir, y averiguando algo más en internet, me he enterado que alguien por ahí encontró o adivinó más bien dicho, la clave (así es la "indiosincrasia" chilena) y accedió a la página con todos los mensajes que habían sido enviados hasta el momento al tal Álex Leiva, y entre esos mensajes claro está, el de este pobre webón.



Pero en fin, todo se trataba de una tontera sin explicación alguna, generada por este pelado gil llamado Salfate. Las comunicaciones nos están deformando la cabeza, es verdad, pero no hay que creer todo lo que de ella emana. Cabe señalar, eso sí, que este engendro aparentemente estaba invocando a su concurrida audiencia a formar parte de una organización de índole religiosa. A formar parte sin darnos cuenta, por supuesto.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ʒ
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ʒ

Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ʒ
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ʒ

Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ʒ

Aún estoy aquí,
pero no sé por cuanto tiempo;
las mariposas tampoco lo saben,
y eso me consuela.
Sólo vuelan por los cielos,
y ni siquiera saben si están
tristes o alegres...
si vagabundean o si construyen
alguna vida interesante aleteando con
esos colores extraños
como de las banderas del oriente,
flameando entre las nubes
quizás con un colgajo
de excremento entre sus patas,
si las tienen...
nada de aquello saben,
tal vez.
Aún estoy aquí,
aún circula sangre por mis venas,
aún mis lágrimas no se han
resecado con el tiempo...
aún puedo gritar
sobre tus ojos
con el puño abierto
de mi lengua.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Mentiras del silencio


Dónde están mis sensaciones,
pues siento tan miserablemente que se
queman en mi espalda.
Tengo lágrimas resecas en
la punta de mis dedos, y las retiro
desde enfrente de mi pecho
para que caigan de una vez sobre
mis sucios zapatos.
Siento cortes
en distintas partes de mi cuerpo,
porque mis ganas de gritar las
debo reprimir a cada instante...
y así emergen mis gritos, entonces,
desde cualquier lugar de mis entrañas
rompiéndome la piel a tajos.
Tengo tantas ganas de llorar,
pero tan sólo puedo sonreír
para no sentirme tan inútil,
tan fracasado,
y eso me revuelve la garganta,
y trago baldes de saliva
para no decaer,
para no patear
las paredes en cualquier lugar
hasta destrozarme las uñas...
y nada me calma, ni el silencio
ni el ruido apestoso que
nace de las calles de mierda
que recorro todos los malditos días,
ni me calma pensar en el mismo
asiento que ocupo todos los días,
ni tampoco me calma el café de las tardes
y el olor a pan quemado durante las mañanas
que me desespera tanto.
Tengo tantas ganas de gritar y correr hasta
el último rincón de la calle,
y de haber barro allí, en ese último rincón,
me refregaría la cabeza
para pulir mis desesperanzas
y seguiría caminando,
caminando para seguir viviendo...

martes, 10 de noviembre de 2009

HORRORES LINÜÍSTICOS EN LA TV


Hoy, tras despertar, encendí la televisión para ver el noticiario. En "TVN" aparece, particularmente, la periodista Paulina de Allende- Salazar, anticipando detalles de la entrevista realizada a María del Pilar Pérez López (acusada de mandar a matar a su cónyuge y por haber contratado a un sicario para acabar con parte de propia su familia) que el día de hoy transmitirá el programa de reportajes Informe Especial.
El caso es que me llama muy profundamente la atención, que una periodista de la talla de doña Paulina -quien posee un postgrado en Reportaje en Televisión, en la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España), y que por otro lado ha sido reportera para diversos medios de comunicación-, al referirse a su reportaje se haya equivocado tan horrorosamente al utilizar, en al menos dos oportunidades, el término "preveer" cuya terminología no existe. Señaló con mucha propiedad: "...uno puede preveer que..." Según la RAE (Real Academia de la Lengua Española) el término señalado no corresponde, sino que el correcto a utilizar es "prever" cuyo significado aparece como: 1. tr. Ver con anticipación. 2. tr. Conocer, conjeturar por algunas señales o indicios lo que ha de suceder. 3. tr. Disponer o preparar medios contra futuras contingencias. Claramente que la periodista debió emplearla en su exposición sin problema alguno, pues resulta absurdo pensar que lo que quiso decir es "proveer" que nada tiene que ver con el contexto en que la palabra errónea fue empleada.
Todo lo anterior me hizo preguntar: "¿Quién dirige realmente nuestra educación en Chile o quiénes colaboran en el desarrollo de la educación en términos generales, en la sociedad misma?¿Serán los profesores, que por lo demás, también he oído a muchos de ellos hablar mal, muy mal?¿Serán los "profesionales" de las distintas áreas que salen titulados de nuestras universidades tradicionales, que tras cinco o seis años (algunos siete y más desgraciadamente) predican su "buen hablar" y su "buena escrituración" de acuerdo a lo mucho que han estudiado?¿O deberán, los estudiantes, arreglarse los moños por su propia cuenta y hablar, entonces, sin ningún tipo de sensibilidad en el idioma? Podría pensar entonces que todas esas tribus urbanas, confundidas con tanta parafernalia idiomática, agradecen nuestro mal hablar para así poder hacer patria en los distintos puntos del país con textos verbales para mí hoy en día casi ininteligibles.
Alguien pudiese también pensar que estoy hilando demasiado fino en este tema, pero francamente me parece insólito lo que está sucediendo con relación a este tema. Y si el caso de la periodista en comento no es el único caso. Basta con ver cualquier programa televisivo donde aparece casi siempre un apartado en la parte inferior de la pantalla con graves faltas ortográficas. No recuerdo con exactitud en qué programa ocurrió lo que a continuación señalaré, pero era realmente cómico: "A CONTINUASION NO SE PIERDA A...", entre otros insultos. Cabe señalar que el tilde debe ser utilizado aún cuando se escribe con mayúscula, pues antes no se podía por las características de las máquinas de escribir que no lo permitía. Hoy el asunto es totalmente distino, por lo tanto se incurre en una falta de ortografía si no se le utiliza.
Finalmente quiero señalar que realmente estamos pasando por una crisis educacional a gran escala que no advierte remedio alguno. Lo lamento por las generaciones futuras, y por nuestro hablar que poco a poco se va distorsionando.

lunes, 5 de octubre de 2009

Quisiera

Quisiera saber qué soy ahora
para poder mirar hacia todos los
ojos con mejor serenidad,
para mirar sin tanto odio,
sin tanta miseria oculta
entre las venas como germen
queriendo ramificarse en los alrededores
más recónditos de mi periferia humana; ¿seré,
por ejemplo, menos frío en el pensamiento,
y más cálido en la sonrisa al caminar entre
las multitudes?
Quisiera que hoy mismo mis dedos
dejasen de ser tan temblorosos al momento
de coger las propias flores de mi abandonado jardín,
y llorar en ellas tantas lágrimas sean necesarias
para seguir subsistiendo,
para limpiarme las entrañas de tantas cosas abstractas
que no me permiten ver ni entender por qué estoy aquí;
así, al menos, mi alma agrietada encontraría
en su espacio dormido un poco más de luz,
un trozo de felicidad sin que se escape,
jamás al fin.
Quisiera tener más tiempo para sentarme
en alguna estación de buses,
o simplemente en la acera de alguna avenida,
quizás en el centro de la ciudad
y contemplar la lluvia cuando cae y se dispersa
ya en la suavidad del polvo en concomitancia con la
oscuridad de la noche invernal,
tan sólo sentado así, sin nada más,
buscando en la observancia del pasado,
tal vez algún rastro de mi amado padre
cuando se dirigía a pasos aletargados a comprar
el vino, o a uno de mis tantos hermanos
con la mirada afligida tropezando
consigo mismo.
Quisiera saber ahora si mi cabello tendrá
en su forma la silueta de la nieve,
viviendo su esplendor sobre la pampa
que le cobija sin tantos cuestionamientos,
sin tantos razonamientos o reflexiones
que siempre terminan como al principio;
he así mi cabeza, que tarde se acuerda
de toda su existencia, y gira casi oxidada
exigiéndole clamor a los años que se le han
venido encima, sin previo aviso,
sin comunicación alguna más que la
soledad, los recuerdos, y miles de
arrepentimientos que ya de nada sirven.
Quisiera en el futuro, entonces, saber
si mis proyectos culminaron con éxito
en el escabroso sendero de mi vida,
mi propia vida,
o si todo fue en vano y lo único que
he conseguido es un pasaje hacia
una tumba que poco y nada sabe de las
penurias que he debido soportar;
sólo sabiendo aquello pudiese
estar preparado para consolarme
desde ya de los enjuiciamientos
sociales que quedarán aquí por siempre,
de generación en generación porque
así ha sido, y seguirá siéndolo hasta
el final de la existencia humana…
e inhumana al fin y al cabo.
Quisiera saber, asimismo, si las palomas
recordarán mi nombre cuando naveguen
por los infinitos cielos, allá en las estrellas del pasado,
y si en algún segundo el mundo
dejará de dar vueltas para recordar
mi sangre impoluta hecha huella
en algún lugar del universo…
Pero, ¿qué tanto tiempo me queda
para saber realmente quién soy?,
quisiera pronto saberlo, y de saber
que nada soy me hundiré
en lo más profundo de mis huellas dactilares.
Quisiera escapar hoy de lo adverso,
de lo siniestro,
de las injusticias más remotas,
de los llantos fúnebres que nacen
de las guarderías,
de manos insolentes,
de la maldad de las olas
queriéndose llevar mi honestidad,
quisiera arrancarme el nombre
para volver al inicio tan pronto sea necesario,
y retrocederé en el tiempo y me quedaré
en mi nacimiento, acurrucado, dormido
incansablemente en colchoncillos de algodón,
en el torso de mi hermosa madre,
en las llagas de su sabiduría inerte,
prístina desde sus confines maternales
y cánticos campestres hasta adornar
mil rosas con voces de colores,
y al fin la quietud del destino
me hará comenzar de nuevo,
aún hay tiempo,
y comienza a amanecer.